En un medio con un mercado competitivo, donde las crisis a nivel mundial pueden representar un enfoque de crecimiento y posicionamiento en torno a la competencia, la planificación y la organización empresarial, cumplen un factor fundamental.

Bajo este concepto, la tercerización de algunos servicios, a empresas calificadas, constituyen una estrategia de crecimiento que implica poder destinar los esfuerzos propios a aquellas tareas en las cuales podemos diferenciarnos, generando el valor agregado al producto y/o servicio brindado por excelencia.
En una compañía, el crecimiento se da cuando se logra trabajar en equipo.
Esto implica un compromiso de las partes para lograr un objetivo común.
Sin embargo se suele pensar que el equipo debe estar formado integramente por personal interno de la empresa, con lo cual se destinan recursos humanos a tareas para las cuales no han sido formados, conllevando mas tiempo y dedicación, dejando de lado la actividad principal para la cual se especializaron y para la que fueron convocados.
La tercerización, utilizada estratégicamente, permite incluso que una empresa pueda crecer a partir de ello, delegando ciertas acciones en manos de expertos pero que en conjunto constituyen la puesta en marcha de un servicio integral.
Por ejemplo, si lo relacionamos con la industria farmaceutica, un proveedor de equipamiento para la producción, que se especializa en el uso de los materiales y las formas para realizar un equipo apto para el uso farmacéutico, puede dentro de sus servicios ofrecer el producto con las calificaciones de diseño, instalación y de la operación, con lo cual al departamento de calidad del laboratorio le ahorra un tiempo considerable, que por supuesto puede utilizar en función de optimizar los métodos y procedimientos para garantizar la calidad del producto terminado.
Desde ya que el ahorro de tiempos y la delegación de tareas en expertos, no debe reemplazar el involucrarse en las mismas. La idea no es que resulte en tener mas cantidad de papeles archivados en un cajón, sino mas bien que en conjunto con el especialista nos podamos involucrar de manera tal que los datos que se registren sirvan para mejorar, tanto sea un servicio, un proceso, un procedimiento, y hasta incluso la calidad final.

Abordando el tema en referencia a las instalaciones de HVAC farmacéuticas, la tercerización es innata teniendo en cuenta que cuando se piensa en el sistema de aire, no podemos destinar personal del laboratorio, del departamento que sea, en forma exclusiva, al diseño y menos aún al montaje.
Sin embargo, muchas veces se convoca a empresas que si bien se especializan en instalaciones termomecánicas, no poseen el conocimiento de la aplicación en la industria, y se obtienen sistemas domésticos para plantas con requerimientos muy específicos.
Convocar a empresas especializadas en el rubro farmacéutico, no significa que debamos dejar en manos del proveedor el destino del diseño de la instalación, sino que podremos hacer uso de su experiencia, que siempre tendran el marco regulatorio según el requerimiento, y en conjunto definir el sistema mas adecuado para el uso.

La tercerización tambien se da en un ámbito de capacitación, donde a partir de la formación de un departamento interno, como por ejemplo mantenimiento de planta, el personal que será destinado a estas tareas deberá formarse tanto en conocimientos técnicos como en métodos y acciones.
Cuando la empresa es pequeña, la evaluación del costo de mantener un departamento interno para algunas tareas específicas, determina que es un gasto dificil de afrontar. En este caso la tercerización del servicio fuera de la compañía le permitirá comportarse como una gran empresa sin los costos que éstas representan, y por supuesto podrá crecer a partir de ello, ya que los costos de la tercerización son inferiores, en la mayoría de los casos, a los que implica destinar recursos y capital interno.
Cualquiera sea el caso y la ocación, la estrategia es pensar cual es el objetivo de la empresa, analizar las fortalezas y debilidades, y en función de ello destinar las energías en sumar valor al producto o servicio.


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