A menudo para el cálculo de caudal de aire a suministrar en un área con requerimientos precisos de control, se establecen reglas prácticas  “equivocas”, asociadas al grado de limpieza de la sala (Clasificación según normas ISO 14644 y /o recomendaciones GMP).
Estas decisiones en forma arbitraria pueden tener

implicaciones de costos muy significativas, y en definitiva no se relacionan estrictamente con el recuento de partículas en el ambiente clasificado.
Como primera medida debemos tener en cuenta que por definición, un área limpia debe controlar y minimizar la generación, retención e introducción de particulas al ambiente, y en este aspecto intervienen otros parámetros que se relacionan entre sí conformando en su conjunto la condición deseada para la operatividad de la planta.
Al pasar de un estado “en uso” a las condiciones “en reposo”, no podemos dejar de tener en cuenta la relación que existe entre la tasa de recambios de aire, la tasa de ventilación, la concentración de partículas de aire en el espacio y las tasas de recuperación.
Las tasas de renovaciones de aire están más afectadas a la capacidad de una sala de recuperarse, sea de una situación eventual o de una condición determinada por el uso, y NO con la clase  de limpieza requerida para la misma.
En general se establece que para un área limpia de grado farmacéutico una cantidad de 20 renovaciones horarias del volumen total de la sala es suficiente para obtener una recuperación de la misma en el orden de los 20 minutos al pasar de las condiciones “en operación”  a las condiciones “en reposo”.
Si bien la tasa de recambios de aire es importante para el diseño de sistemas de HVAC farmacéuticos, la concentración del caudal en la sala puede generar espacios muertos donde no exista dilución de las partículas que pudieran generarse, y por ende se tendrán espacios considerados como posibles focos de contaminación. Sin embargo, puede obtenerse un mayor beneficio si a la filtración correcta del aire asociamos los patrones de flujo adecuados que permitan una sala limpia controlada.
Un sistema de HVAC, pensado en todos sus aspectos, y desde la etapa inicial de proyecto, será un sistema sustentable, y adecuado a la necesidad.
Para establecer en forma efectiva el volumen de aire correspondiente a una sala limpia, se deben tomar en cuenta otras variables como ser: el caudal de aire que se determine como resultado del balance térmico, para lo cual es fundamental conocer el uso y el equipamiento afectado, y la presión diferencial que debe generarse para mantener el flujo correcto en el área respecto de sus salas adyacentes.