Con frecuencia, cuando se proyecta el sistema de aire de una sala limpia clasificada, se toma como parámetro para el cálculo de los caudales, la tasa de renovaciones de aire por hora, considerando el marco normativo, es decir, que para estimar el caudal de una sala controlada, se parten de las 20 renovaciones mínimas. Pero entendemos el por qué?

Al considerarse una entrada de aire artificial, como suponen los sistemas de HVAC, es necesario generar una entrada de aire exterior, de manera que los gases ambientales puedan diluirse y permitir el intercambio que se produce durante la respiración de las personas. Normalmente, un porcentaje mínimo, alrededor del 5% del aire exterior, determinado en relación a la cantidad de personas en un mismo ambiente y la actividad que realizan, sería suficiente para dar respuesta a la dilución de los gases.

Sin embargo cuando hablamos de áreas limpias, uno de los parámetros críticos a controlar es la contaminación de partículas no viales, y es en este aspecto que la cantidad de renovaciones se incrementa para permitir la dilución de las partículas generadas durante un proceso.

A partir de esta concepción, cómo entendemos la relación entre las renovaciones y la recuperación?

Podríamos suponer que cuanto más aire se suministra a un ambiente, más limpio será, pero el diseño del sistema de hvac va más allá de cumplir con una mínima cantidad de recambios, y para dar la respuesta adecuada a cada necesidad, se deben considerar tanto la arquitectura, como el equipamiento y el personal en su conjunto, puesto que si solo nos remitimos a la mera inyección de aire podríamos dejar zonas críticas de un ambiente como una zona muerta en la cual no alcanza la dilución y se generan cantidad de partículas que permanecerán en el área.

Acá es donde entra en juego la recuperación del área y nos preguntamos, entonces, qué es más importante, las renovaciones o la recuperación?

Cuando tenemos una sala limpia, controlada y clasificada, la recuperación implica el tiempo en que el ambiente vuelve a su condición de reposo luego de un evento u operación crítica. Todos los procesos logran recuperarse, la cuestión es en cuanto tiempo lo logran.

Si observamos el esquema, podremos aproximarnos a un cálculo de tiempos de recuperación en función de la cantidad de renovaciones dadas.

Resulta correcto afirmar que un área con 10 renovaciones puede llegar a una condición de reposo luego de un caso eventual como por ejemplo la interrupción del suministro eléctrico. Sin embargo, dependerá esencialmente del volumen del local, la distribución de la inyección y puntos de retorno/extracción, para determinar en cuanto tiempo lo logrará.

Frente a esta dualidad, entonces, podríamos concluir que es importante poder considerar las renovaciones mínimas en función del cumplimiento normativo, sin percance de alcanzar los objetivos en función de la distribución del aire, pero si pensamos en la criticidad del proceso, dentro de una zona física determinada, la recuperación será aún más importante para asegurar la condición de esterilidad necesaria y el control de las partículas adecuadamente, por ejemplo luego de un proceso de limpieza, una falla en el sistema de hvac, una apertura de puertas por tiempos prolongados, o simplemente para comenzar a cambiar nuestros paradigmas, asumiendo el compromiso con la sustentabilidad y así considerar que pasa sí, disminuimos la velocidad del ventilador del equipo por las noches, y lo ponemos en régimen al llegar cada mañana e iniciar nuestra jornada laboral.